sábado, 31 de diciembre de 2011

Junio 2011

Comenzó junio con el cumpleaños de nuestra querida licenciada Claudia, la Jefa de Recursos Humanos el sábado 4 de junio. Ella fue como había mencionado antes, la que instauró la política de celebrar de una manera simbólica los cumpleaños del pequeño círculo social que todos los días comíamos juntos en el comedor, yo experimenté varias formas para comer en el comedor como prepararme sándwiches y comer sopa maruchan hasta comer tacos de aire con tal de pasar mi tiempo libre en el comedor y hasta que finalmente me sedujo una señora que vendía comida a domicilio y yo tenía que hacer el enorme sacrificio de tirar vasos y más vasos de unicel con aquel inconveniente de ser un ecologista y ambientalista que diariamente tiraba 1 kg o mas de vasos de unicel que tardan 500 años en biodegradarse y además con sus respectivas bolsas de plástico. Pero todo con tal de comer con ellos mis queridos amigos de finanzas, Claudia, Santi, las 3 contadoras y una chica practicante de Calidad a quien llegué a querer mucho, a todos siempre hacía reir por una tontería o por otra a la hora de la comida, sobretodo burlándome siempre de Claudia a quien siempre hacía víctima de mis bromas de mal gusto y Santi siempre diciendo que nosotros formábamos una bonita pareja, le decía yo a Claudia que mis bromas y chistes de mal gusto se los decía porque la quería mucho pero ella no lo vio así y ni modo, cada día nos íbamos distanciando más y más, y aquel día de su cumpleaños, salimos a medio día a echar chela ella, una contadora y Santi a algún lugar donde estuvo bailando salsa con ellas y creo que a partir de ahí comencé a disfrutar ver la forma de bailar del Santi que todas los que lo hacen con él comentan que lo hace bastante bien, -como buen poblano- aunque no haya nacido en Puebla, aquel día yo quería y tenía que llegar a mi clase de la cruz roja, y no era para menos, a causa de las guardias sabatinas en planta, tenía que faltar una vez cada 5 semanas y me perdía la clase, así es que cuando podía me gustaba asistir a mi clase, ese día el tema era nada mas y nada menos que emergencias cardiacas y era sin duda uno de los temas más importantes del módulo de emergencias clínicas y de todo el curso y tarde pero llegué a la clase a las 4 de la tarde (la clase empezaba a la una), no tomé un solo mililitro de alcohol y solo me dediqué a ver la transformación de mis amigos conforme el etílico hacía sus efectos. Pero era yo un chico “matadito” como dice el Santi, y yo quería estar en mi clase en lugar de convivir con mis amigos –y todo para qué- . En el trabajo también estaba decidido a no dejar pasar más tiempo y comenzar de inmediato mi preparación para el gran simulacro y eso implicaba un programa de capacitación para mis brigadistas y lo hice, lo saqué adelante, fue el proyecto más ambicioso del año por el cual se salvó mi gestión del 2011 capacitando a las brigadas sobretodo en temas de primeros auxilios y a la vez yo estudiando mucho los temas y preparándome para mi examen de paramédico, presenté mi programa de brigadas a la dirección y fue aceptado para comenzar en el mes de Julio. El 24 de Junio se celebró el día del paramédico en la delegación para lo cual invité a ese grupo social con el cual solía comer todos los días con 2 semanas de anticipación, pero llegado el día, ni Santi ni Claudia ni las demás con solo la excepción de la chica practicante de Calidad asistieron, esto no se me olvidaría y lo pagarían caro, para mí significaba mucho esta fecha, era una celebración adelantada de cumpleaños y además la alegría de pertenecer a la cruz roja, a Claudia se lo pude haber perdonado porque además su presencia ni me interesaba realmente, pero Santi no tenía nada pero nada que perder por ir, saliendo como siempre todos los días en su horario normal a las 5 de la tarde, era viernes, nada le costaba irse a tomar una maldita cerveza conmigo, pero no fue el cabrón y meses después cuando nos reconciliamos, me dijo que estaba muy enojado conmigo aún por esas tonterías de acosarlo cuando se quedaba conmigo, eso fue el origen de su enojo y su indiferencia por varios meses hacia mí, una pesadilla que el día de hoy parece que podría volver, ojalá y no, pero ya me estoy adelantando mucho… A pesar del nuevo desaire que me hacían mis compañeros de comida, pasé genial aquella tarde y noche de la celebración del día del paramédico, conviví con mis nuevos amigos de la cruz roja, intenté e intenté mucho pertenecer a cierto grupo social de mis amigos estudiantes de medicina y a pesar de todos los esfuerzos nunca pude encajar en su grupo como ya lo he comentado, en cambio aquella noche conocí a un chico que estudiaba en la generación que viene atrás de mí, un chico de 17 años estudiante de preparatoria y después de algunos tequilas juntos, nos fuimos a seguir festejando toda la noche el día del paramédico…….

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