viernes, 24 de diciembre de 2010

Voces podridas II: Hugo sobreviviente

Feliz Navidad a todos!

Como siempre digo, yo no sé si estaré aquí en San Martín Texmelucan de Labastida un año más, un mes más, tal vez 10 años o el próximo mes me iré... Pero lo que viví el día 19 de Diciembre de 2010 son cosas que se quedarán grabadas para siempre en mi memoria. Quizá me faltaba algo por hacer y anoche ya por fin pude hacerlo, lloré y lloré un buen rato y a solas al recordar el sufrimiento de la gente a la cual tuve la oportunidad de ayudar de alguna manera, en el hospital integral de San Martín donde cumplí mi primera misión por la mañana, en la Zona afectada ayudando al acordonamiento de la zona y en la noche que fue la parte mas difícil a ayudar a levantar el censo de las personas en el albergue y procurar que estuvieran todos bien instalados y con alimentos. Lloré al visitar la zona más devastada y sentir el hedor a humo y a destrucción, a dolor y a muerte. Lloré al recordar los testimonios de tanta gente que estuve escuchando en estos días y que de alguna u otra manera fueron afectados por esta tragedia que esperamos nunca se repita y que todos seamos capaces de luchar porque esto sea posible.
Ya en estos días comenzará la reconstrucción la cual incluye terminar de destruir lo que el fuego tocó y levantarse de nuevo. Viene la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla a dirigir el rescate del ecosistema local evaluando el impacto dejado por el incendio y yo espero colarme y enterarme de alguna manera lo que está pasando aprovechando para enriquecer mi experiencia como Ingeniero Ambiental.
Anoche lloré porque estando tan cerca de la destrucción y la tragedia, yo estoy sano y salvo y el G:.A::D:.U:. aun me quiere para seguir meneando la cola otro rato por el mundo.
Aunque quizá algunos estén mas agradecidos que yo. Agradezco a mi amigo H.F. por compartirme el siguiente testimonio el cual comparto hoy con todos ustedes amables lectores y escribo en primera persona:


VOCES PODRIDAS II
HUGO, SOBREVIVIENTE
Saúl me llamó a las 6 de la tarde para invitarme al antro. No tenía muchas ganas pero al final decidí que sí, es sábado, mañana pasaría todo el día con mi mamá y tiene mucho tiempo que no salgo de noche. Pedí permiso a mamá para llegar tarde. Nunca he llegado más tarde de la una de la mañana y mi mamá confía o confiaba plenamente en mí. Somos los mejores amigos, excelentes compañeros y ahora que trabajo en Cholula no tenemos tiempo de comer juntos, pero todos los días cenamos juntos y nos platicamos todo lo que hicimos en el día. Mi madre es lo único que tengo en la vida y no se que haría yo sin ella. Ciertamente hay algunas cosas en las que no hemos estado de acuerdo, como mi preferencia sexual, nunca hemos hablado abiertamente de ello y a los rumores que le llegan acerca de que todos mis amigos son hombres y que me vieron abrazado de tal o cual persona prefiere hacer oídos sordos. No sé como afectará o cambiará nuestra relación despues, pero yo espero que tarde o temprano me acepte tal y como soy. Y hay amigos que le caen muy bien, como Saúl, sabe que salgo de vez en cuando con él, que ya tiene tiempo que lo conozco desde que éramos compañeros en la prepa, y sabe que él me cuida por cualquier cosa. Además es uno de mis pocos amigos "normales" porque sabe que hace tiempo Saúl tenía novia. Así que mamá me dio permiso no sin antes darme las recomendaciones y bendiciones que cualquier madre haría a su hijo. Le pedí perdón por no poder cenar con ella la noche de sábado y le dije que se lo compensaría el domingo ya que nos iríamos todo el día de pata de perro a Puebla. A las 7:30 cerré muy puntual el negocio, estaba yo tan feliz por tener tan buenos resultados en esta temporada del año. Ese día vendí 4 equipos y varios planes. No en vano fui reconocido como el mejor vendedor del año y me comprometí a que en 2011 voy a mejorar mis ventas. Siempre lo logro, en donde quiera que esté, cuando trabajé en Dulcerías Puebla y en Helados Holanda siempre lo hice, el mejor vendedor siempre, y se que puedo dar más, mucho más. Sabes que tuve muy malos días hace como un mes y me sentía yo muy depre, quería mandar a volar mi mugroso trabajo, pero el reconocimiento como el mejor vendedor de Movistar me devolvió mucho el ánimo, aunque eso no cambia en nada mis planes de vida, apenas encuentre un mejor trabajo se que voy a mejorar y voy a ganar mucho más. De eso venía platicando a Saúl quien me felicitó por mis logros como vendedor y caminamos hacia el Klóset. Saúl había llegado muy puntual a recogerme en el asta bandera después de mi habitual trayecto de hora y cuarto de Cholula a San Martín si bien me va. Tenía 3 meses que no veía a Saúl y me dio mucho gusto hacerlo de nuevo, Saúl también andaba contento pues le fue muy bien en la universidad y dejó aprobadas todas sus materias, después que anduvo sufriendo con anatomía y fisiología, con esa carga de conocimientos que tiene en su cabeza ahora menos puedo verlo y se siente una eminencia con patas, aunque tan alegre como siempre. Llegamos al klóset como a las once de la noche y nos costó trabajo encontrar mesa porque había muchísima gente, afortunadamente comenzamos a encontrar amigos y nos sentamos en una mesa con varios weyes. Yo como siempre estuve bailando muy sensual y cachondamente y un tipo se me quedó viendo lo bueno que estoy y lo bien que bailo, me le quedé viendo y lo invité a bailar conmigo un tema de Lady Gaga la de "ou ooooo oooo ooo oo" y se paró y apenas me tuvo cerca, con su mano derecha me alcanzó a agarrar en una nalga y yo lo aparté de inmediato. Oye que te pasa estúpido, una cosa es que me guste bailar bien sexy y otra cosa es que sea facilote, o sea out, aléjate si. El tipo se volvió a sentar y yo seguí bailando solo como si nada. A las 2 de la mañana yo ya estaba diciéndole a Saúl que ya me quería ir, que ya era muy tarde y mamá nunca se duerme hasta que llego, pero Saúl no me hizo caso y me dijo que esperáramos un poco más. Un rato después entró al antro una pareja, chavo y chava. Saúl estaba bailando "Loca" de Shakira hasta que de repente se paró violentamente y me dijo que lo ayudara a esconderlo, le pregunté que porqué y me dijo que porque conoce a la chava, de hecho anduvo con ella. Y que no quería que se diera cuenta que es bis. Yo le dije que no había problema, que si lo veía que dijera que yo era gay y que el solo me estaba acompañando. Saúl se metió al baño y estuvo largo rato ahí, cuando por fin salió yo ya estaba tomando las chamarras para irnos cuando lo vi que estaba platicando con la chava en otra mesa y me invitó a ir con ellos. La chava en efecto era su exnovia que tuvo hace como 2 años por la cual mi mamá considera que Saúl es un chavo normal y su amigo que la acompañaba es un gay que la invitó al Klóset y ya nos presentamos con él. Ellos continuaron platicando y luego empezaron a bailar, yo no tuve más remedio que hacer plática al acompañante de ella, que aunque si estaba bien, guapito, de fuertes brazos, alto y agradable en general, se me hacía muy mamón, demasiado estúpido el tipo además. Los demás chicos comenzaron a salir poco a poco del Klóset y a las cinco de la mañana solo quedábamos 2 mesas ocupadas. Saúl y su ex ya estaban besándose y tocándose en medio de un baile muy cachondo. Después de lo vivido esa noche, nunca tuvo más sentido la frase "Donde hubo fuego, cenizas quedan". El imbécil y yo también estábamos bailando y no me daba cuenta de la hora. Cuando vi en mi celular que ya eran las cinco de la mañana, le dije a Saúl que necesitaba irme porque mi mamá estaría muy preocupada, ya me había hablado 2 veces y yo no le había contestado. Le hablé y no contestó, probablemente ya estaría durmiendo. Los 4 salimos del antro y una vez afuera la exchava de Saúl completamente alcoholizada comenzó a decir que nos fuéramos a quedar a un hotel los 4. Yo por supuesto me negué, pero el imbécil me besó y me dijo que la pasaríamos muy bien, yo acepté a quedarme con ellos, sabía que mamá me regañaría mucho, pero quería vivir una aventura así, a mis 19 años, nunca había entrado a un motel y menos acompañado por 3 personas. Abordamos un taxi y nos dirigimos al motel más cercano al klóset, "El Oasis", uno de los lugares más conocidos en San Martín. Le rogamos al taxista que nos metiera hasta la cochera del último cuarto del motel y a la salida Saúl y yo nos fuimos a pagar. La señora de la recepción nos dijo que era imposible que nos quedáramos los 4 en una sola habitación. Que teníamos que pagar 2. Nos enfureció la señora con su necedad. Pero al final tuvimos que pagar las 2 habitaciones y al cabo haríamos nuestra fiesta en un solo cuarto. Pagamos 360 pesos... 360 pesos por salvarnos la vida. 360 pesos nos costó seguir viviendo. Apenas Saúl llegó a la habitación comenzó a besar y a desnudar a su ex. El imbécil y yo mejor nos salimos y decidimos dirigirnos a la otra habitación rentada que estaba más lejos. Mientras nos dirigíamos a la habitación escuchamos un como trueno muy fuerte que nos sorprendió. Se fue la luz y eso nos asustó todavía más. Nos dirigimos a la entrada a la recepción para preguntarle a la señora que estaba pasando. Apenas llegamos, la señora comenzó a gritar: Fuego, fuego. Salgan todos. Fuego. Observamos hacia afuera y vimos unas llamas que impedían pasar por la única salida del hotel. La señora entonces me preguntó si sabía manejar un extinguidor de fuego porque ahí tenían uno en recepción pero no sabía como usarlo. Yo le dije que no, pero que me parecía imposible poder apagar un fuego de ese tamaño. Que lo mejor era huir. La señora entonces corrió hacia el fondo del hotel y nos dijo que la siguiéramos no sin antes seguir gritando a todos que salieran para salvar su vida y el motelucho estaba casi lleno. Corrimos a tocarles la puerta a Saúl y a su ex que estaban muy metidos en lo suyo y creían que el apagado de la luz era parte normal del servicio. Les dijimos que era preciso escapar y seguir a la señora que nos hizo señas a oscuras para meternos a un pequeño cuarto en donde estaba una escalera y apenas si cabía una persona. Uno por uno pasamos al cuartito y subimos las escaleras llegando a la azotea del edificio, el ambiente para entonces ya se sentía demasiado caliente, se sentía el fuego cerca y el olor a quemado y todo lo que tocábamos incluyendo el suelo se sentían calientes. Como pudimos subimos a la azotea del hotel y desde ahí comenzamos a ver nuestra situación, estábamos rodeados por unas llamas enormes que habían crecido más allá de la altura a la que estábamos. !Era el infierno lo que estaba ante nosotros! La única opción para poder escapar era aventarnos al lote baldío que hay atrás del hotel mientras la calle era un caos, un río de fuego comenzó a invadir todas las casas y la gente corría para salvar su vida, los perros aullaban lastimeramente y algunas personas también habían subido para tratar de huir por el río o por otras casas y evitar la calle que se había convertido en un río de fuego. Las llamas se habían vuelto tan grandes que no era posible distinguir el final de las llamas. Observamos a un auto salir del hotel y a la salida fueron invadidos por las llamas, no supimos si pudieron salir o no los ocupantes. El calor era tan intenso y la ex de Saúl lloraba a lágrima viva. El imbécil no lo pensó más y saltó al lote baldío. Al salir cayó sobre un pie y empezó a quejarse de dolor... Mientras yo estaba listo para saltar y salvar mi vida, de repente como de la nada, un señor apareció llevando una escalera que afortunadamente alcanzó para bajar los 5 o 6 metros que teníamos en la azotea. Uno por uno empezamos a bajar empezando por las damas, luego bajé yo, no sin antes ver por última vez la imagen del infierno mismo ante mis ojos y después pensé que quizá si lo hubiera grabado hoy sería uno de los videos más vistos en Youtube. Cuando estuvimos a salvo, casi casi quería besarle las manos al señor, pero él corrió con su escalera para salvar a otras personas que estaban en azoteas. Nosotros tuvimos que auxiliar al imbécil que se estaba revolcando del dolor, se había quebrado su pie derecho. Entre Saúl y yo lo cargamos y lo llevamos en brazos para alejarnos de ahí en la oscuridad por lo menos a 2 calles. Seguíamos sudando por el intenso calor de las llamas y tosíamos sin poder esforzarnos más para alejarnos rápido ya que el humo ingerido no los impedía. Como pudimos llegamos a una calle donde un taxi iba pasando y yo sin pensarlo 2 veces, abrí la puerta del taxi y nos subimos, Saúl y yo con el imbécil atrás que gritaba del dolor. El taxista no nos dijo una sola palabra mientras nos subíamos, parecía que solo llevaba un objetivo en mente, cuando estuvimos un poco más lejos, ya cercano a las colonias del cerro, el taxista vio venir a su familia corriendo y nos ordenó desalojar inmediatamente el taxi, no tuvimos otro remedio, afortunadamente ya habíamos dejado atrás las llamas, pero amenazaban con llegar hasta donde nos encontrábamos, el olor a humo era cada vez más penetrante y por toda la calle se mezclaban gritos de angustia y desesperación mezclados ahora con las sirenas lastimantes de los bomberos que ya comenzaban a llegar al sitio. Continuamos cargando al imbécil y apenas unas calles más arriba localizamos una camioneta con batea, le suplicamos a las personas que iban a bordo nos dejaran subir y que además llevábamos un herido. No los permitieron y nos costó bastante trabajo subir al imbécil a la batea, pero al fin lo logramos, sus gritos desesperados nos tenían más nerviosos aún y Saúl alterado le gritó que se callara y que comprendiera la situación que se aguantara el dolor, que lo importante es que nos estábamos salvando de la tragedia. La camioneta nos llevó hasta el crucero afortunadamente, ya muy cerca de mi casa. Saúl le habló a su papá y le dijo que se apurara a irse pronto de San Martín porque se estaba quemando todo el municipio. Su papá ya estaba lejos y a salvo y le dijo que hiciera lo mismo. Su ex de Saúl seguía un poco alterada y al hablar con sus papás la chica cayó desmayada. La tuvimos que ir a auxiliar y logramos que despertara pronto. Como estaba cerca de mi casa, le pedí a Saúl que me acompañara a ir por mi mamá. El imbécil y la chava se quedaron a esperarnos en el crucero que era un mar de gente que huía rápido de San Martín con todo y sus maletas. El amanecer trajo más pánico que alivio, pues una nube enorme de humo tapó el sol y toda la gente pensaba que se acabaría para siempre San Martín. Las sirenas de los cuerpos de emergencia y el temor que causaban las estaciones locales de radio terminaron por convertir San Martín en una zona devastada y habitada solamente por bomberos y reporteros por unas horas. Saúl y yo llegamos a mi casa y mi madre ya estaba levantada y vestida. No hubo tiempo para reproches. No era nada gracioso por supuesto llegar a las 6 de la mañana, pero antes que mamá empezara a regañarme le dije que San Martín se estaba quemando y que era preciso huir a Puebla. Ayudé a mamá a apagar el gas, y muy pronto estuvimos listos para irnos, cuando regresamos al crucero ya estaba sola la ex de Saúl pues nos comentó que al imbécil le hablaron sus papás y que fueron inmediatamente por él para llevarlo al Hospital de Tlaxcala y con el crucero de San Damián tapado, tendrían que ir a dar toda la vuelta hasta San Cristóbal Tepatlaxco para pasar por Atotonilco y por fin salir libres a Tlaxcala. Nosotros 3 y mamá agarramos para Puebla......

Y fue así como nos salvamos de morir en esa tragedia, definitivamente estoy demasiado agradecido con la vida, con dios, por haberme permitido vivir un poco más, en este momente me gustaría localizar y darle las gracias a las personas que me ayudaron a salir vivo, a la señora del hotel que no supimos que pasó con ella después que bajamos de la azotea, al señor que nos prestó su escalera para huir, al taxista que nos alejó un poco de la escena y a los señores de la camioneta, ojalá pudiera volver a ver a todos esos señores para darles las gracias personalmente y con Saúl su ex y su amigo de su ex ojalá podamos reunirnos de nuevo para ir a dar gracias a dios a la iglesia, porque sin querer nos tocó ser... Los últimos clientes del Oasis.....


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