Día 9245
El domingo fue el 10-10-10 y por supuesto había que hacer algo especial. ..
Como mis padres y hermana se fueron a pasear a Tabasco el fin de semana, yo no tenía nada que ir a hacer a Orizaba así que decidí ir a dar un pequeño tour por la Ciudad de México a ver si encontraba a cierta persona a la que llevo casi año y medio sin ver y a la que últimamente le he perdido el rastro... Pero no deseo hablar de eso....
Más bien quiero hablar de lo mucho que me divertí en esta última visita que hice a la ciudad más grande de mi país y una de las más grandes del mundo, pobladas y contaminadas.... Aunque....... como ya lo he dicho varias veces, adoro esta ciudad... daría todo por vivir aquí, tiene un ecanto que embruja, sus paisajes sobrepoblados, su smog, sus transportes modernos, sus lugares históricos, su gente mezcla de todos los rincones de la República al igual que su gastronomía, el mercado de Garibaldi a donde mis padres me enseñaron a comer bien siempre y donde sigo la tradición de comer birria, pozole, cochinita y cabrito cada vez que vengo por aquí. Me gsuta tanto el D.F. (Distrito Federal) que creo que voy a hacer lo posible por venir más seguido por lo menos una vez al mes, no sé. hay tanto que hacer en el DF que simplemente lo adoro. Y además me gusta que es más barato viajar al DF que a mi ciudad natal saliendo de San Martín el lugar donde estoy viviendo actualmente....
Tuve entre otras cosas la oportunidad de cumplir aquel sueño de viajar por varias estaciones del metro, no pasé por todas por falta de tiempo pero si estuve en varias estaciones tocando los 4 puntos cardinales de la ciudad y comprobando en carne propia (aquello de carne es muy literal) el mito urbano aquél del último vagón del metro.
Un lugar que ansiaba mucho conocer es la famosa Plaza de las 3 culturas en el céntrico barrio de Tlatelolco, un lugar donde haciendo honor a su nombre se fusionan 5 siglos de historia de mi adorado país. No es para menos hablar de este lugar si es nadamás y nadamenos el lugar exacto en donde nació México, el último reducto del imperio azteca que el tlatoani Cuautémoc defendió con singular heroísmo y que el 13 de agosto de 1521 cayó en manos del conquistador naciendo de esta forma el pueblo mexicano y naciendo como en todo parto con mucho dolor el mestizaje -la tercera cultura que dio origen a este país-.
Tlatelolco, el antiguo señorío mexica estuvo alguna vez habitado por las clases sociales más poderosas del imperio mexica y hoy en día está habitado por miembros de la clase media trabajadora, algunos burócratas y profesionistas varios, los cuales viven en enormes edificios ideados por el presidente Adolfo López Mateos y que fueron cristalizados por su sucesor Gustavo Díaz Ordaz en 1965 llamando a estos edificios "Condominios" que son edificios de varios pisos (en algunos son de 15 a 20 pisos) divididos estos en departamentos que hacen un conjunto habitacional funcional, agradable y céntrico y que alguna vez era lo más moderno y elegante de la ciudad dados los toques que el singular arquitecto Mario Pani otorgó a estos bellos edificios. Pero como decía mi querido catédrático el famoso Atecaxi, Los ciudadanos capitalinos o Chilangos como solemos llamarlos en provincia comenzaron a deteriorar estos bellos edificios escenario de no pocas películas mexicanas de mayor o menor éxito.
Pero Tlatelolco no podía conformarse con ser el lugar del nacimiento del pueblo mexicano, sino que tuvo varios encuentros con la historia para pasar a ser un lugar sagrado para muchas personas. Sagrado para los indígenas y seguidores de las frecuencias cósmicas quienes vienen aquí a las ruinas arqueológicas mexicas a llenarse de energía y recordar el pasado glorioso que alguna vez tuvo el señorío de los tlatelolcas, auténticos sangre roja de los mexicas. Sagrado para los católicos quienes tienen aquí un hermoso templo construido a manera del conquistador con las mismas piedras de las pirámides y encima de ellas y terminado en 1610 el edificio actual inaugurado por el singular frayle Torquemada y dedicado nadamás y nadamenos que al apóstol Santiago, aquel que mucho ayudó junto a la señora de los Remedios a la conquista de México, no en vano los mexicas creían que Santiago era el nombre del dios de la guerra de los blancos, pues siempre que iniciaban un ataque armado los extremeños gritaban su nombre y de esta forma identificaron después de la conquista a Santiago con Huitzilopochtli. Este singular templo franciscano estuvo cerrado al culto por muchos años y fue expropiado por las Leyes de Reforma en 1860 conviertiendo el gobierno juarista al templo y su convento en una cárcel hasta bien entrado el siglo XX teniendo entre sus presos ilustres al defensor de la Libertad de expresión durante el porfiriato Ricardo Flores Magón a quien está dedicada una de las principales calles del barrio de Tlatelolco. Durante la Revolución el templo estuvo usado como almacén de armas y pólvora hasta que en 1948 el gobierno del sayulo Miguel Alemán Valdés devolvió este templo a la Iglesia Católica para reabrirse al culto hasta la fecha.
Tlatelolco podría ser también un lugar sagrado para los defensores de la paz mundial ya que muy pocos saben que en este lugar se reunieron en 1967 representantes de las principales potencias del mundo de ese entonces sobretodo Estados Unidos y la Ex-Urss para firmar un histórico documento conocido como "Los Tratados de Tlatelolco" en el cual se acordó comenzar el desarme mundial de las principales potencias del mundo lo cual tiempo después le concedió el único Premio Nobel de la Paz que tiene México a don Alfonso García Robles autor de esta iniciativa.
Y digo sería un lugar sagrado para los pacifistas de no ser lo que pasó un año después y de lo que todo mundo sabe y ha hablado y que se merece todo un post y tal vez algún día hable de esos famosos sucesos conocidos como "La Noche de Tlatelolco" del 2 de Octubre de 1968. Fecha que todo mundo recuerda y asocia con Tlatelolco.
Y ya por último hace 25 años Tlatelolco volvió a estar en reflectores internacionales al ser este uno de los lugares más afectados por la peor tragedia que ha vivido México, el Terremoto de 8.1ª en escala de Richter que dejó mucha destrucción a su paso en varios lugares del país incluyendo a la capital el 19 de Septiembre de 1985. En aquel entonces Tlatelolco tuvo que enfrentarse a perder para siempre a varios de sus queridos edificios. Algunos después del terremoto tuvieron que ser demolidos ante la falta de garantía de seguridad en sus cimientos que se quedaron bastante sensibles después del terremoto.
Pero ahí están los tlatelolcas, sin miedo a vivir en departamentos en el piso 20 en una de las ciudades levantadas en mayor zona sísmica, ahí están los que vivieron la noche de Tlatelolco y el Sismo del 85, ahí están los que nacieron después de esos sucesos y que hoy contemplan con regocijo y honor las huellas de la historia del lugar que habitan.
Ahí estamos los turistas, que como yo, no se sienten para nada ajenos a este lugar, si al fin y al cabo todos somos descendientes de Cortés y Doña Marina.....
1 comentario:
Qué interesante! Desconocia muchas cosas de este mitico lugar... me alegra conocer más
A mi el DF me llama, tiene algo que me dice que me vaya a vivir para allá... pero como soy provinciano igual y nomas aguanto un rato todo el ajetreo de la capital, pero algún día viviré aunque sea nomas por un tiempo
saludos!
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