Esta es una condena enérgica al grupo de personas pseudo-activistas que boicotearon el discurso del Cardenal Norberto Rivera en la Misa dominical de la Catedral de la ciudad de México.
Puede ser que haya diferencia de opinión y pensamiento, que no se comulgue en el mismo ideal de libertad, pero interrumpir una ceremonia religiosa es un acto totalmente cobarde, discriminatorio y tremendamente ofensivo, atenta contra la libertad humana y contra la tolerancia y la pluralidad.
Cualquiera que hayan sido los motivos que llevaron a estas personas a hacer semejante acto no lo justifican de ninguna manera.
Existen formas de hacer protesta pacífica y esta no es para nada ni protesta ni pacífica. Si quieren hacerse escuchar existen medios adecuados, no alterar la tranquilidad de las personas que asisten a un acto religioso.
Condeno totalmente esta forma de intimidación y terror y me uno a las voces que lo siguen haciendo, y manifiesto por este medio que ninguno de mis seguidores tiene nada que ver con estas personas, que yo no las mandé ni mandaré a hacer un acto de esta calaña y que respeto por encima de nuestras diferencias a la alta investidura religiosa que representa el Cardenal Norberto Rivera como máximo representante de la Iglesia Católica mayoritaria en nuestra nación.
Al cardenal y los católicos los invito a sentarnos en mesa de diálogo una vez transcurrida la beatificación del Papa polaco y mientras tanto expreso un cariñoso y cordial saludo a todos los católicos del mundo especialmente a los que haya entre mis lectores.
Gracias
Puede ser que haya diferencia de opinión y pensamiento, que no se comulgue en el mismo ideal de libertad, pero interrumpir una ceremonia religiosa es un acto totalmente cobarde, discriminatorio y tremendamente ofensivo, atenta contra la libertad humana y contra la tolerancia y la pluralidad.
Cualquiera que hayan sido los motivos que llevaron a estas personas a hacer semejante acto no lo justifican de ninguna manera.
Existen formas de hacer protesta pacífica y esta no es para nada ni protesta ni pacífica. Si quieren hacerse escuchar existen medios adecuados, no alterar la tranquilidad de las personas que asisten a un acto religioso.
Condeno totalmente esta forma de intimidación y terror y me uno a las voces que lo siguen haciendo, y manifiesto por este medio que ninguno de mis seguidores tiene nada que ver con estas personas, que yo no las mandé ni mandaré a hacer un acto de esta calaña y que respeto por encima de nuestras diferencias a la alta investidura religiosa que representa el Cardenal Norberto Rivera como máximo representante de la Iglesia Católica mayoritaria en nuestra nación.
Al cardenal y los católicos los invito a sentarnos en mesa de diálogo una vez transcurrida la beatificación del Papa polaco y mientras tanto expreso un cariñoso y cordial saludo a todos los católicos del mundo especialmente a los que haya entre mis lectores.
Gracias
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