sábado, 14 de abril de 2012

Abril

Pasé un largo fin de semana santa de descanso, unos días que no había tomado desde que era estudiante, fui a todos los Oficios de semana santa al lado de mi familia como no había sucedido en ya varios años.
Al finalizar el merecido descanso, regresé con mucha energía al trabajo y justo este lunes una sorpresa inesperada en el trabajo que cambiaría el curso de los acontecimientos durante la semana: Gustavo, el amiguito de Santi, por algunos motivos fue despedido quedándonos todos con una cara de sorpresa.
Apenas hace unas cuantas semanas en que decidí volver a tener buenas relaciones con Gustavo y sus amigos borrachos que también se hicieron amigos de Santi apenas llegó a Texmelucan.
“Qué bueno que ya tienes los amigos que necesitas, que ya tienes el amigo que no pude ser yo para ti”. Le dije alguna vez a Santi.
Ahora Gustavo ya no trabaja con nosotros teniendo que salir por la puerta de atrás en muy malas condiciones.
Yo no soy nadie para juzgar, le he repetido varias veces a nuestra amiga en común que a la sazón era la jefa directa de Gustavo quien se dijo sumamente decepcionada de él por toda la confianza que le había depositado y se sintió traicionada. Yo no soy nadie para juzgar repito, todos tenemos cola que nos pisen.
Santi no ha pronunciado para nadie al menos eso sé, una sola palabra acerca del tema, sin embargo, el chico no puede ocultar que se encuentra mal, que esta situación le provoca mucho malestar, hay un poco de pesar en su forma de ser y de actuar, lo sé porque ya lo conozco más o menos bien. Quizá apenas aún no ha pasado una semana, pero estoy seguro que conforme pase el tiempo, Santi extrañará mucho a aquel amiguito con el que compartía comentarios de copas, mujeres y futbol y ya no lo verá en el trabajo pero afuera seguramente si. Por más que lo intente, yo jamás podría ocupar un lugar así porque yo soy su amigo de reflexión y quizá un poco su psicólogo, pero nada más.
Algunas personas me estuvieron presionando para que no me aproveche de la situación y lo deje solo ahora que lo necesita, que lo buscara y platicara con él acerca de lo que siente y de lo que quiere hacer ahora que fue despedido su amigo con el que además compartía departamento.
Una noche de café el miércoles y anoche cervezas no han servido para escuchar una sola palabra acerca de sus planes ahora que quizá por fin se decida a invitarme a compartir departamento, gastos, tiempo, vida juntos. El miércoles después de preguntarle 20 veces ¿Cómo estás? Me dijo. Perdóname. Ya sabes como soy de insensible. Y yo, pues sí, ya después de 2 años de conocerte, se acostumbra uno a tu forma de ser.
Anoche cenamos sincronizadas y tomamos barrilitos después de ver “Déficit” de Gael García Bernal y “La otra familia” de Gustavo Lozada…….
Ahora te voy a decir “Haz cara de machito” cada vez que me acuerde. Fue lo que aprendió de la otra familia.
Me avisó que la cama estaba lista y que no pensaba rogarme que me fuera a dormir a su cama y pasar el resto de la noche juntos por segunda vez en 2012 y estuvimos platicando de sus novias y de las mías hasta las 3 de la mañana.
“Gracias por volver a confiar en mí” le dije mientras observaba en la oscuridad su rostro y escuchando sus ronquidos.

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